Fish and Chips por Flor Rodriguez
En la gastronomía porteña el clásico plato de pescado es el filete de merluza a la Romana con puré, que copó los bodegones y restaurants de la ciudad de Buenos Aires y los alrededores del puerto durante las primeras décadas del siglo XX. Sin embargo, un primo hermano de esta preparación aparece en el lejano Reino Unido, mucho tiempo antes. El querido Oliver Twist de Charles Dickens lo conocía en 1838 el típico Fish & Chips, o pescado frito con papas fritas, que se condimentaba con sal y vinagre de malta–en lugar del típico kétchup- que se vendía como comida callejera en las grandes ciudades industriales de Inglaterra, Escocia, Australia y Nueva Zelanda. Simple y fabuloso, este plato de frituras se servía en conos de papel de diario para que fuera más fácil su transporte y al mismo tiempo funcionaba de plato descartable. Hoy sigue siendo el plato de fast food británico por excelencia.
Como todo clásico, tiene pocos ingredientes y una simpleza intrínseca que lo hace difícil de replicar si no se conocen los secretitos. Aquí mi mejor receta de fish & chips.
Como todo clásico, tiene pocos ingredientes y una simpleza intrínseca que lo hace difícil de replicar si no se conocen los secretitos. Aquí mi mejor receta de fish & chips.
FISH AND CHIPS INGREDIENTES
PROCEDIMIENTO:
Cortar el pescado longitudinalmente y luego al medio para obtener 4 bastones grandes. Salpimentar y reservar.
Para la masa, la clave está en la combinación de la cerveza y las claras batidas a nieve, que le dan una textura aireada y crocante al mismo tiempo. Mezclá el harina con la cerveza, y luego agregá en tandas las claras batidas a nieve.
Un tip para batir a nieve: agregá una pizca de sal a las claras, levantan más rápido y más firmemente. Pasá el pescado por la mezcla y sumergilo en la fritura caliente. Cuando está dorado, retirá.
Para las papas fritas: Estas son papas fritas grandes, a diferencia de las que solemos comer en casa, son gajos de octavos de papa. Para que no se quemen y queden crudas adentro, el secreto es darles un primer hervor de 10 minutos. Cuando las retirás del agua, dejálas enfriar hasta que se disipa el vapor. Ahí recién freílas. Van a quedar blanquitas y crocantes.
Para acompañar este clásico británico, nada mejor que una cerveza bien helada, y mientras tanto, podés leer al genial Dickens o poner de fondo la versión a dúo de Under Pressure que hicieron Queen y David Bowie en 1981, y se convirtió en un clásico del pop británico.
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